domingo, 11 de febrero de 2018

Orgullo

El orgullo machaca aún a los mejores de nosotros. Afecta nuestra manera de hablar, nuestras compañías y aún nuestra apariencia la manera como nos vestimos, da igual que vayas de corbata o que te pongas las ropas mas simples la intención de tu corazón es la que cuenta. El orgullo llena la mente con ambición y resentimientos hacia cualquiera que nos estorbe. El orgullo siempre está insinuándose a todos nuestros pensamientos y deseos. Nos persigue aún en nuestros estudios. Estoy convencido de que Dios quiere que nuestros mensajes sean claros y sencillos para que todos los puedan entender, siempre digo que los primeros 5/10 minutos son de Dios y lo demás de relleno. pero el orgullo nos motiva a ser astutos y divertidos. El orgullo quita el filo de nuestros sermones, porque excluye cualquier cosa que parece sencilla o poco sofisticada. El orgullo nos hace tratar de impresionar a la gente en lugar de "edificarla". Dios quiere que prediquemos apasionadamente/fervientemente, rogando a los pecadores para que se arrepientan; (acaso no te preocupa ver el desorden a tu alrededor, la deshonestidad) pero no, el orgullo nos dice que no debemos ser tan fervientes, para que la gente no vaya a pensar que estamos locos... voy a ver si hago un buen trabajo de restauración. En esta manera el orgullo gana el control sobre nuestro ministerio. En fín La verdad puede ser predicada pero en una forma que sirve a los intereses de Satanás más que a los de Dios. El "orgullo" afecta nuestra manera de predicar e impide que digamos cosas ofensivas, aún y cuando sean necesarias. El orgullo nos hace agradar a nuestra "audiencia" cual lider o grupo de Heavy metal, buscando nuestra propia gloria en lugar de la gloria de Dios. El orgullo tiene la meta, no te engañes de impresionar a la gente con nuestra elocuencia, nuestro conocimiento, sentido del humor, humanidad la mejor de nuestras sonrisas etc. Después del sermón el orgullo nos persigue cuando salimos del púlpito, para saber lo que los oyentes piensan de la predicación. Si les agradó, entonces nos venimos arriba, de subidita, pero si no les impresionó, entonces nos desanimamos. Parece que Jesús solo cumple una función social y es la de que hablen de "él." De verdad también lástima el corazón escuchar no juzgues, cuando estamos llamados a hacerlo incluso juzgaremos a los ángeles y solo Dios premiará o condenará, yo mientras tanto seguiré exhortando y alumbrando con esta pequeñita llama 🔥 El Sr. os bendiga