sábado, 28 de mayo de 2016

Restauración Tóxica

Es muy evidente que éste post, éste artículo, corre el riesgo de ser mal interpretado por los mismos de siempre los habituales y omnipresentes "humanistas hipócritas", pero para Ellos y para los numerosos "neófitos emocionales", que no son capaces de entender las palabras de Jesús, y andan todos confundidos, lamentablemente por su propia irresponsabilidad individual de permanecer en tal condición; créeme serán presa fácil.

Los religiosos, los fantasiosos, los que viven de emociones, los neófitos en cuanto al conocimiento real de las Escrituras, que creen falsamente que Jesucristo jamás de los jamases,! se enfadaba !, como Dios es amor.
Puedo deciros, que el verdadero amor implica ante todo decir absolutamente la verdad.
"El verdadero perdón no implica, necesariamente, la restauración al liderazgo", luego del fracaso moral de líderes, ancianos, pastores cristianos. Sin embargo, hay una marcada tendencia a vincular el perdón con la restauración al ministerio. En este artículo voy a hablar de la importancia de separar la restauración al cuerpo de Cristo de la restauración al liderazgo .
¿Hablamos de adulterio?
La iglesia se ve seriamente acosada por la pregunta "¿Qué haremos con un líder, con un pastor adúltero?". Durante la última década y en forma repetida, la iglesia se ha tambaleado con revelaciones de conducta inmoral por parte de sus más respetados líderes. ¿Cómo respondemos a quienes han caído sexualmente y han traído desgracia sobre sí mismos, avergonzando a sus familias y deteriorando su liderazgo?
Lo que comúnmente sucede es lo siguiente: El líder confiesa su pecado ( a veces se descubre) por lo general con profundo pesar. Su iglesia o sus superiores en la denominación a que pertenece prescriben unos meses, o a menudo un año, en que el pastor debe buscar ayuda. Luego entonces es restaurado a su anterior posición de líder, a veces en otra ciudad. Opino que es un error.
¿Hablamos del perdón?
Esta perspectiva dice que un pastor arrepentido y perdonado que anteriormente llenaba todos los requisitos para su posición de pastor, sigue llenando esos requisitos en base al perdón de Dios. ¿Cumplía antes los requisitos? ¿Ha confesado su pecado? ¿Lo ha perdonado Dios? Entonces nosotros debemos hacer lo mismo.
Esta lógica parte de la presunción no bíblica de que el perdón de pecados equivale al estar libre de culpa (o al carácter intachable) que se pide de los pastores en 1 Timoteo 3:2 y Tito 1:6. Si aceptamos esta premisa, todo lo que Dios pide es que un pastor que ha caído sea perdonado.
Sin embargo, esto confunde el FUNDAMENTO de nuestra comunión con Cristo con el liderazgo público y el cargo en la iglesia. Nadie dice que el pastor que ha caído no pueda ser perdonado. Nadie debe argumentar que ese pastor no puede ser devuelto a la comunión de la iglesia de Cristo aquí en la tierra. Pero perdonar a un pastor que ha caído y restaurarlo a la membresía de la iglesia es muy distinto que restaurarlo a su cargo de pastor.
El "criterio del perdón" es inadecuado porque no tiene debidamente en cuenta dos hechos: En primer lugar, el adulterio es un pecado muy serio; Por otra parte, el adulterio del pastor es un pecado aun más serio. ¿Por qué?
Algunos pecados dañan más que otros precisamente en razón de la persona que los comete, las personas eminentes por su profesión, dones y cargos son ofensores particularmente serios en vista de la influencia que tienen sobre otros. Esta seriedad adicional se hace realidad en cada caso de los pastores que cometen adulterio.
Agreguemos a esto Santiago 3:1, que indica que los pastores serán considerados dignos de mayor juicio, y tenemos un argumento de mucho peso: el adulterio pastoral es un pecado aun más grave que el adulterio en general.
El adulterio es un pecado serio precisamente porque infringe el pacto matrimonial. Viola el cuerpo de otra persona. Puede ser causa de divorcio.
Aunque hoy muchos apelan al criterio del perdón como respuesta compasiva hacia el pastor caído, este criterio no es compasivo ya que no aborda la profundidad de la cuestión.
¿Por qué el adulterio hace que un pastor quede inhabilitado para su cargo?
En 1 Timoteo 4:12 vemos un resumen: "sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor , espíritu, fe y pureza". Tito 1:6 agrega que el anciano debe ser irreprensible. La palabra griega aquí significa imposible de asir, inexpugnable.
El adulterio no es el único pecado que inhabilita a un pastor para volver a su cargo, pero es uno de los pecados más visibles y confusos que plagan a la iglesia actual.
Lo que es particularmente penoso en cuanto a este pecado es el abuso de poder que a menudo lo acompaña. Como resultado de la aventura amorosa del pastor, hay un profundo dolor en la otra parte, y un dolor aun más profundo en la esposa del pastor. Este, que ha recibido un cargo de honor a través del cual fue llamado a servir a personas vulnerables y que han sufrido abusos, con su proceder ha violado la confianza depositada en él.
"Es un problema de raíces profundas y sombrías", y a menudo está protegido por los hermanos humanistas, con la "negación y control".
Particularmente me entristece que tan pocos líderes "caídos" reconozcan el abuso de poder adosado al adulterio pastoral. Y menos aun están dispuestos a hablar sobre la destrucción de la confianza como resultado de sus pecados.
Muchos se escudan en conceptos psicoterapéuticos tales como sanidad y recuperación como razones para volver al ministerio pastoral, pero no con el genuino reconocimiento de la patología que se manifiesta en el abuso de poder.
Juan Calvino escribió: "A fin de obviar todos los escándalos de conducta será necesaria la disciplina de los pastores a la cual todos deben someterse. Esto ayudará a asegurar que el pastor sea tratado con respeto y que la palabra de Dios no sea deshonrada ni burlada por la mala fama de los pastores y ancianos.

Una de las preguntas problemáticas que me surgen en cuanto a esta cuestión de ser "irreprensible" es la siguiente: ¿Es el conocimiento PÜBLICO del pecado la cuestión principal en cuanto a que el pastor sea irreprensible, o acaso hay algo en la naturaleza de este pecado que hace que el no tener tacha sea un asunto más importante que el conocimiento público?
Mira lo voy a decir sin rodeos : ¿Puede el hombre convertirse en irreprensible yendo a vivir a otra comunidad, a otra iglesia y empezando otra vez de cero?, un cambio de lugar geográfico no disminuirá la culpa, porque el pecado causa una desintegración total. Por lo tanto, es probable que salga nuevamente a la luz, "Los fallos del líder sencillamente no se pueden ocultar. Hasta los más triviales se han de conocer, ¿acaso no somos Familia, no somos cuerpo al que todo duele?
Tal vez eventualmente algunos puedan volver a su cargo pastoral, quizás después de haber sido ordenados otra vez. Yo no puede probar que un pastor caído nunca pueda ser restaurado a su cargo. Pero la pregunta es qué se puede hacer para preservar a la iglesia espiritual y moralmente, qué haremos para que el pastor comience el largo proceso de reordenar su vida devastada.
El adulterio prueba que el pastor caído no puede servir con integridad. La cuestión no tiene que ver con ser útil a la iglesia ni con tener dones para predicar. Haber estado frente al rebaño, guiándolo en santa adoración semana tras semana, predicando la Palabra de Dios como siervo de la iglesia, y al mismo tiempo haber cometido adulterio revela una terrible grieta en el carácter una grieta tóxica que envenena toda la vida.
¿Entonces que hacemos?
El pastor caído que confiesa el pecado, busca la gracia de Dios, y desea permanecer en comunión con la iglesia de Cristo, debe ser recibido y aceptado como cualquier otro cristiano que ha caído. Debe ser perdonado como ordena Jesús (Mt. 18:22). Pero el perdón y la restauración a la comunión de la iglesia no significa que quien antes fue pastor ahora nuevamente llena los requisitos para el cargo de pastor o anciano.
Termino con las sabias palabras de un pastor anónimo que cayó y se dirigió a sus colegas caídos: "La cuestión principal es carácter e integridad, que en el caso de ustedes están hechos pedazos. Les ruego que confronten el problema ahora. La gracia de Dios restaura. Hay esperanza. Sin embargo, requiere un proceso, mucho tiempo, y más gracia aun. Confiesen el pecado y dejen su cargo. Sean responsables ante otros hermanos. Busquen la limpieza y la sanidad que necesitan. ¡Háganlo hoy! ¡Háganlo ahora!